domingo, 2 de diciembre de 2018

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL












Presentación





Prehistoria

Omoplato decorado. Cueva del Castillo. Detalle
La colección de Prehistoria se fecha en un rango cronológico muy amplio que abarca desde hace más de un millón de años hasta el inicio del primer milenio a.C. Destacan algunas piezas de especial relevancia como los materiales paleolíticos del Manzanares, en particular San Isidro (Madrid), los omóplatos decorados del Castillo (Cantabria), la cestería y tejido en esparto de la cueva de los Murciélagos en Albuñol (Granada), el ídolo oculado de Extremadura, el conjunto campaniforme de Ciempozuelos (Madrid) o la espada de Guadalajara.
Especial interés ofrece la rica y variada colección Siret, con su valioso archivo y excelentes series como la de Millares o Argar. A éstas se suman el depósito de la ría de Huelva, las estelas “diademadas” y una buena muestra de orfebrería del Bronce final (cuencos de Axtroki, tesoro de Berzocana y de Sagrajas, entre otros.

Protohistoria y Colonizaciones

Dama de Elche.Detalle
En la Península Ibérica, la Protohistoria abarca las culturas que se desarrollan entre los inicios de la Edad del Hierro y el proceso de Romanización, es decir, el Primer Milenio a.C. Buena parte de los objetos de esta colección proceden de excavaciones arqueológicas y hallazgos llevados a cabo en la Península y sus islas desde el siglo XIX e incluso antes. 
Destacan las realizadas en Ibiza, Villaricos, Toya, Galera, Archena, Aguilar de Anguita o Numancia. De importante valor son los conjuntos de orfebrería, con ejemplares fenicios, tartésicos, ibéricos, celtibéricos, vacceos y castreños y, entre ellos, sobresalen tesoros como los de Aliseda, Jávea, Salvacañete, Palencia, Cangas de Onís o Vegadeo. El conjunto de escultura ibérica es excepcional por su calidad y cantidad, realizada, en piedra, (Damas de Elche, Baza y Cerro de los Santos, relieves de Osuna), y en bronce (exvotos ibéricos de Despeñaperros).





























Hispania romana

Mosaico de gladiadores. Detalle
La colección se compone de una gran diversidad de objetos, tanto de la vida cotidiana como monumentales, fechados fundamentalmente entre los siglos I a.C. y V d.C.
Destaca por su variedad y calidad la serie de inscripciones latinas, representativas de la epigrafía hispana sobre piedra (aras, pedestales, estelas o miliarios) o bronce (tablas jurídicas).
Igualmente importante es el conjunto de esculturas y retratos, con representaciones de las más importantes dinastías reinantes del Imperio romano (Julio-Claudios, Flavios, Antoninos o Severos). También se incluyen algunas piezas excepcionales de procedencia extrapeninsular (itálicas o norteafricanas), como esculturas, mosaicos o inscripciones.





























Edad Media

Sarcófago de Astorga. Detalle
Esta colección abarca un largo período cronológico, entre el siglo IV y finales del siglo XV.
Los objetos que la componen corresponden a tres contextos culturales distintos: el reino visigodo de Toledo (tesoro de Guarrazar), el mundo andalusí (botes y arquetas de marfil, elementos arquitectónicos y cerámicas) y los reinos cristianos (objetos cotidianos y religiosos de León, Asturias o Palencia) compartiendo estos dos últimos su desarrollo en el espacio y el tiempo.
No hay que olvidar mencionar el conjunto de piezas mudéjares, de tipología y procedencia diversa, muestra de la presencia de población musulmana en la España cristiana.





























Edad Moderna

Silla de manos. Detalle
Los fondos de este departamento abarcan una cronología muy amplia que se extiende desde mediados del siglo XV hasta mediados del siglo XIX.
Comprenden esculturas en madera, piedra, mármol y bronce, pinturas, instrumentos científicos, armas, platería, joyería, cerámicas, vidrios, muebles, textiles, piedras duras, instrumentos musicales y herramientas de diferentes usos.
Colecciones muy diversas por su materia y su fabricación artesanal o industrial, permiten estudiar los aspectos tecnológicos, funcionales y estéticos que caracterizan a la cultura material de la Edad Moderna y del inicio de la Edad Contemporánea.





























Egipto, Nubia y Oriente Próximo

Ataúd de Taremetchenbastet. Detalle

De Egipto y Nubia el Museo conserva objetos desde la Prehistoria hasta la época romana y medieval, vinculados al mundo religioso y funerario (sarcófagos, ushebtis, amuletos, momias, estelas, esculturas de divinidades, etc.), muchos de ellos procedentes de excavaciones arqueológicas sistemáticas realizadas en Ehnasya el Medina (Heracleópolis Magna) y en diversos yacimientos nubios.
Por su parte, la colección de Oriente Próximo antiguo está formada por un número reducido de piezas, fechadas entre la Prehistoria y la época romana e incluye cerámicas, inscripciones, ladrillos, sellos o bronces procedentes fundamentalmente de Mesopotamia y Persia





























Grecia

Copa de Aison. Detalle
Procedentes de tres culturas trascendentales en la historia mediterránea, las colecciones están compuestas por vasos cerámicos, bronces, terracotas, esculturas y orfebrería. El conjunto más numeroso está formado por los vasos griegos, que abarcan desde el período micénico a época helenística (siglos XVI a III a.C.), y que constituye una de las mejores colecciones de este tipo existente en Europa. Entre ellos se incluyen piezas procedentes tanto de Grecia continental como de Jonia, Magna Grecia y Sicilia.
Piezas de excelente calidad, algunas realizadas por los mejores artistas de su tiempo, sus imágenes nos introducen en el mito, la religión, el poder, la política, la vida cotidiana, el teatro, la literatura y otros muchos aspectos esenciales del mundo antiguo






























Numismática y Medallística

Trishekel hispano-cartaginés
Plata
Ceca indeterminada en Iberia
Hacia 237-227 a.C.
Trishekel
Esta moneda pertenece a las emisiones acuñadas por Cartago en la Península Ibérica para afrontar los gastos de sus ejércitos de conquista (237-206 a.C.). Siguiendo la pauta y la estética de las monedas de los reinos griegos helenísticos, los tri shekels fueron concebidos como vehículo de prestigio y propaganda política. La cabeza del dios Melkart –el Herakles púnico, con la clava al hombro-, ha sido interpretada en ocasiones como un retrato encubierto de Aníbal.





























Catálogo
Denario Ibérico Abre en ventana nueva  Protohistoria

As de Cesaraugusta, reverso Abre en ventana nueva
Hispania romana y visigoda
             
Dobla de Muhammad XII Abre en ventana nueva


Edad MediaCien escudos de Felipe IV Abre en ventana nueva

Edad Moderna y Contemporánea

tetradracma Ptolomeo II y Arsinoe Abre en ventana nueva

Egipto


Tetradracma de Messana Abre en ventana nueva

Grecia






























                                                                                    


                                                                            
                                                                               

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          REALIZADO POR: Jacinto

sábado, 1 de diciembre de 2018

LA CONDESA EYLO

Artículo bueno



Eylo Alfonso

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Eylo Alfonso
Condesa, consorte de Pedro Ansúrez
Pendon del conde- Ansurez.jpg
Pendón del conde Ansúrez conservado en el Museo de Valladolid.
Información personal
NacimientoMediados del siglo XI
¿Sahagún?​
Fallecimientoc. 1112
Valladolid
EntierroMonasterio Real de San Benito(Sahagún)
ResidenciaSahagún y Valladolid
SucesorElvira Sánchez
Familia
PadreAlfonso Muñoz
MadreAldonza (o Ildoncia) González
ConsortePedro Ansúrez
DescendenciaMayorMaríaUrracaAlfonso y Fernando Pérez
Eylo Alfonso o Eylo Alfónsez (¿Sahagún?​ - fl. 1075-1109 – Valladolidc. 1112​), frecuentemente referida simplemente como doña Eylo o condesa Eylo, fue la primera esposa del conde Pedro Ansúrez. Personaje medieval hasta cierto punto oscuro, hay pocos datos de su vida hasta su matrimonio. Tras él, vivió en Sahagún, la localidad de su familia, y tuvo tres hijas y dos 
La época de mayor fama y prosperidad de la familia se produjo cuando el rey encargó a Pedro Ansúrez y a su esposa doña Eylo la repoblación de la por entonces pequeña población fronteriza de Valladolid. Eylo secundó eficazmente la tarea de su esposo actuando como cofundadora de la iglesia de Santa María, de la que se tiene constancia desde 1088.3​ Además, la condesa Eylo contribuyó al desarrollo de Valladolid con varias fundaciones propias, de crucial importancia en la expansión de la ciudad: otras dos iglesias, la de San Sebastián (hoy desaparecida) y la de San Nicolás; así como la de tres hospitales.2​ La tradición narra que fue también ella en ausencia de su marido la que mandó construir el primer puente sobre el río Pisuerga de la ciudad, llamado el Puente Mayor y datado hacia 1080.
En los últimos tiempos se está produciendo una cierta reivindicación del personaje. A uno de los últimos puentes sobre el Pisuerga en Valladolid se le ha impuesto el nombre de puente de la Condesa Eylo, y también se ha puesto su nombre a un instituto de educación secundaria de la ciudad.

NOMBRE

«Eylo», la forma más frecuente del nombre del personaje en los textos recientes, y las variantes modernas o de época que se pueden encontrar («Eilo»,​ «Elo»,​ «Ello»​ o «Elion»​), algunas de ellas hoy completamente en desuso, se han propuesto como hipocorísticos de Eulalia,​ pero la opinión más común es que son formas arcaicas del nombre Eloísa o Luisa.​ Luis y todas sus variantes provienen del francolengua germánica de la que descienden las lenguas bajo fráncicas. Su forma original es Hluot-wig o Hlodowig, formada por las palabras hlodhlud o hluot (‘ilustre’, ‘famoso’, ‘reconocido’) y wigweg o wic (‘lucha’, ‘combate’, ‘batalla’), para significar ‘ilustre en el combate’, ‘guerrero glorioso’.​
«Ailo», «Eilo» o «Eylo» es también la forma corta usada todavía hoy por el frisón y suecofinés del nombre germánico «Egil» o «Agila», en femenino «Egilona». En España «Egilona» es un nombre de tradicional origen visigodo y atestado antes de la llegada de las influencias transpirenaicas cluniacenses dirigidas por Hugo de Semur con el apoyo de la Dinastía Jimena, y no derivado del francogermánico; y «Ailo» es la forma del nombre usada habitualmente por los cronistas árabes.​ La Egilona más célebre fue la última reina visigoda, esposa de Rodrigo.

Biografía

En Sahagún

Mujer «de rara virtud y extrema caridad»,​ «honesta, rica y bella»,​ era hija de Alfonso Muñoz (o Muñiz), conde de Cea (1053-1059), y de su esposa Aldonza (o Ildoncia) González, de Trigueros,​ y hermana de Martín Alfonso, heredero de la casa de los Alfonso, una familia noble de origen visigodo​ radicada en los Campos Góticos (la zona que posteriormente pasó a conocerse como Tierra de Campos), de las más poderosas de los reinos de León y Castilla en el siglo XI.​ Su hogar familiar estaba cerca del principal monasterio de Sahagún.
Los datos sobre su vida son prácticamente inexistentes hasta su matrimonio con Pedro Ansúrez, el futuro conde Ansúrez, hacia 1073.​ El rey Alfonso VI vio con buenos ojos este matrimonio, ya que con él se unían dos linajes fieles a su causa en el conflicto que había mantenido contra sus hermanos Sancho y García, que además eran los dos grupos familiares más poderosos de sus reinos en esa época: los Alfonso y los Banu Gómez;​ y se juntaban propiedades a lo largo del Pisuerga, una zona de frontera conflictiva y difícil​ Ese mismo año de 1073, Alfonso VI concedió a Pedro Ansúrez el señorío de Valladolid.
Aunque siendo Pedro Ansúrez uno de los nobles más cercanos al rey tuvo cargos por gran parte de los reinos de León y Castilla (consejero real, gobernador de ToroZamora y de las fortalezas de Cabezón y Simancas, repoblador de Íscar y Cuéllar... e incluso, por su conocimiento del árabe, embajador del reino de León ante la taifa de Granada),​ es probable que el matrimonio mantuviera durante bastante tiempo su residencia en Sahagún.​ Eylo y Pedro tuvieron cinco hijos:​

Restos de la torre románica de la Colegiata de Santa María

En Valladolid

La época de mayor fama y prosperidad de la familia se produjo cuando el rey encargó a Pedro Ansúrez y a su esposa doña Eylo la repoblación de la por entonces pequeña población fronteriza de Valladolid. Empezaron esa labor llevando diversas gentes de sus dominios en Saldaña y Carrión​ y el valle de Liébana,​ pero fue con la concesión del señorío al conde Ansúrez cuando el desarrollo de la incipiente ciudad despegó. Eylo secundó eficazmente la tarea de su esposo actuando como cofundadora de la iglesia de Santa María, de la que se tiene constancia desde 1088,​ según se puede comprobar en la carta dotal de este mismo templo de  de mayo de 1094,​ que acompañó a su consagración en esa fecha por el obispo de Toledo en presencia del rey Alfonso VI.​ Los condes fueron concediendo a esta iglesia principal de la ciudad diversos beneficios para su mantenimiento, entre los que se cuentan un barrio de Valladolid y propiedades en distintas zonas, entre la fundación y 1110.​ Además, la condesa Eylo contribuyó al desarrollo de Valladolid con varias fundaciones propias, de crucial importancia en la expansión de la ciudad: otras dos iglesias, la de San Sebastián (hoy desaparecida) y la de San Nicolás; así como la de tres hospitales.
La tradición narra que fue también ella en ausencia de su marido la que mandó construir el primer puente sobre el río Pisuerga de la ciudad, llamado el Puente Mayor y datado hacia 1080.​ Casimiro González explica que el conde se ausentó para luchar contra el reino musulmán de Sevilla, y que Eylo quiso con la construcción del puente —además de solventar los evidentes problemas prácticos de la población— dar un motivo de consuelo a su marido por la muerte de su primogénito Alfonso, lo que dataría el puente a partir de 1093.​ Sin embargo, Narciso Alonso Cortés identifica la ausencia del conde con su destierro en Toledo junto a Alfonso VI; imposible, pues dataría la construcción del puente por Eylo en 1072, antes incluso de la concesión del señorío de Valladolid.

Homenajes contemporáneos
En los últimos tiempos se está produciendo una cierta reivindicación de este, hasta cierto punto, oscuro personaje medieval. A uno de los últimos puentes sobre el Pisuerga levantados en la ciudad de Valladolid, inaugurado en 1999, se le ha impuesto el nombre de puente de la Condesa Eylo, en conmemoración de la relación de esta con la construcción del adyacente Puente Mayor.​ También se ha puesto el nombre de este personaje al moderno centro de enseñanza «I. E. S. Condesa Eylo Alfonso» (1992), en el barrio de La Rubia

Vista nocturna del puente de la Condesa Eylo, sobre el río Pisuerga a la altura del barrio de La Rondilla, en Valladolid.  

Texto e imágenes de la  Wikipedia
Autor:
Jacinto


viernes, 30 de noviembre de 2018

CONDE ANSUREZ




Pedro Ansúrez
Conde en Saldaña y en Carrión
CondeAnsurez.JPG
Retrato idealizado del conde Ansúrez por Pedro Díaz Minaya, 1608.
Información personal
Nacimientoc. 10371
Fallecimiento1119
Valladolid
EntierroCatedral de Nuestra Señora de la Asunción de Valladolid
ResidenciaValladolid y Urgel
Familia
DinastíaBanu Gómez
PadreAnsur Díaz
MadreEylo
ConsorteJusta
Eylo Alfonso
Elvira Sánchez
DescendenciaVéase Descendencia
Pedro Ansúrez (c. 1037​-Valladolid, 9 de septiembre de de 1119​) fue conde en LiébanaCarrión y Saldaña, y señor de Valladolid, en cuya catedral está enterrado.

Biografía[editar]

Miembro del linaje de los Banu Gómez, familia documentada desde el siglo x en el norte de Palencia y en Liébana, era hijo del magnate Ansur Díaz y de su primera esposa Eylo​ A su padre, Ansur Díaz, le había sido confiada la educación como caballero del futuro rey Alfonso VI de León que pasó largas temporadas durante su juventud en las tierras del noble junto con sus hijos, entre ellos Pedro Ansúrez.​ Asumió la jefatura de la casa de los Banu Gómez alrededor de 1057 a la muerte de su tío Gómez Díaz, conde de Saldaña.​
Investido con la dignidad condal hacia 1068, cuando confirmó un documento del rey Alfonso VI como Petrus Assuriz, comes, le fueron encomendadas varias tenencias que gobernó por mandato del rey, entre ellas Carrión (desde 1074), San Román de Entrepeñas (1077)—tenencia compartida con su hermano Diego—así como Saldaña. A partir de 1084, también gobernaba Zamora y Toro, y desde 1101 la de Liébana.​ A su regreso al Reino de León después de permanecer en el condado de Urgel tras la muerte de su yerno el conde Armengol, volvió a gobernar desde diciembre de 1109 hasta su muerte Carrión, Saldaña y San Román y en 1113 el rey le encomendó el gobierno de las plazas de Melgar, Simancas y Cabezón, además de Torremormojón poco antes de su muerte.​
Fue uno de los nobles más cercanos al rey Alfonso VI, a quien acompañó en 1072 a su destierro en Toledo y a quien el rey confió la custodia y educación de su hija Urraca después de los esponsales de la joven infanta, la futura reina Urraca de León, con el conde Raimundo de Borgoña, hasta que alcanzara la edad para contraer matrimonio, lo cual tuvo lugar en 1095.​ Años más tarde, el monarca encargó a Pedro Ansúrez y a su esposa doña Eylo la repoblación de Valladolid, lo que hicieron llevando gentes de los condados de Saldaña y de Carrión.
Cuando el conde Ansúrez llegó como señor y gobernador de Valladolid ya existían dos parroquias, un recinto defensivo insignificante y una cerca. Existía también como organización ciudadana un concilium o concejo. Las dos parroquias eran la de San Miguel y la de San Julián, ambas con su respectivo caserío formando parroquias o collaciones. La cerca debió de ser de poca altura, más bien una empalizada.b​ El concilium que ya encontró establecido el conde Ansúrez y al que se dirige en la carta dotacional y en otros documentos, fue el germen de lo que más tarde se llamó «Concejo» y finalmente «Comunidad».​
Sin embargo, el crecimiento de la ciudad no se produjo hasta que Alfonso VI otorgara el señorío de la misma al conde, desarrollándose enormemente durante su vida. Pedro hizo construir un palacio para él y su esposa, que no se conserva. También edificó un hospital, un puente sobre el río Pisuerga (puente mayor), así como la iglesia de Santa María La Antigua y la colegiata de Santa María la Mayor a la que él y su esposa Eylo dotaron el 21 de mayo de 1095.
Pedro poseía las tierras que por entonces eran limítrofes con el reino de Castilla, y que iban desde la Liébana a Cuéllar, donde también se tienen noticias de repoblaciones suyas.
Sepulcro del conde Pedro Ansúrez, señor y repoblador de Valladolid.
Al enviudar su hija María de su marido el conde de UrgelArmengol V (quien falleció el 14 de septiembre de 1102 combatiendo a los musulmanes en Mollerusa), Pedro Ansúrez se trasladó al condado pirenaico como protector de su nieto Armengol VI. Allí vivió entre 1102 y 1108 y tomó parte activa junto con Ramón Berenguer III en la conquista de Balaguer.
Tras la muerte de Alfonso VI en 1108, la corona recae en su hija Urraca I por lo que, para fortalecer su posición, esta contrae matrimonio con el rey de Aragón Alfonso I el Batallador. Este enlace tendrá lugar en 1109 en el castillo de Monzón de Campos (Palencia), cuya tenencia estaba en manos de Pedro Ansúrez, quien ejerció de padrino. En los conflictos derivados de este matrimonio, Pedro Ansúrez tomará posición a favor de que el aragonés ejerciera la soberanía del reino, a pesar de que era Urraca la reina propietaria.
Su última aparición en la documentación medieval fue el 9 de diciembre de 1117 cuando, junto con su esposa Elvira Sánchez, donó al monasterio de San Isidro de Dueñas, la mitad de una heredad en Valhenoso, en territorio de Trigueros, por el remedio de su alma y la de su difunta esposa la condesa Eylo. Falleció el 9 de septiembre de 1119​ y recibió sepultura en la catedral de Valladolid, en uno de los lados de la capilla del ábside de la nave del Evangelio.

Descendencia

Contrajo tres matrimonios. El 7 de mayo de 1063 ya aparece casado con Justa,​ de origen desconocido. Fue el segundo matrimonio de Justa que había estado casada anteriormente con un individuo llamado Rodrigo de quien tuvo un hijo llamado Martín Rodríguez y por lo menos dos hijas.​ Con Justa fue padre de:
  • Gonzalo Ansúrez.​
Después de enviudar, se casó con Eylo Alfonso,​ fallecida entre 1110 y 1113,​ hija del conde Alfonso Muñoz y de la condesa Aldonza González, lo cual le benefició con numerosas propiedades, entre otras en el valle de Trigueros.​
De su matrimonio con Eylo Alfonso tuvo los siguientes cinco hijos:​

Tapa del sarcófago de Alfonso Pérez, hijo de Pedro. Procedente del Monasterio Real de San Benito de Sahagún, esta lápida fue vendida al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York en 1926; y volvió a España en 1932, canjeada por otras piezas arqueológicas. Aunque la foto está tomada en el momento en el que estuvo depositado en el Museo de la Colegiata de San Isidoro de León, actualmente está custodiada en el Museo Arqueológico Nacional (España). El epitafio reza: «En el sexto día de los idus de diciembre del año de la era de 1131,​ murió Alfonso, el hijo querido del conde Pedro Ansúrez y de la condesa Elion».
  • María, que fue esposa de Armengol Vconde de Urgel, y pronto su viuda; y madre del heredero Armengol VI.​
  • Urraca, que casó en dos ocasiones; la primera con el conde gallego Sancho Pérez,​fallecido antes de 1113, uno de los hijos del primer matrimonio de Mayor «Gontrodo» Rodríguez, la segunda esposa del conde Pedro Froilaz,17​ y en segundas nupcias con Lope López de Carrión.​
  • Alfonso, fallecido el 8 de diciembre 1093 a corta edad.​
  • Fernando que no alcanzó una posición tan destacada como su padre, gobernó como tenente San Román de Entrepeñas​ y contrajo matrimonio con Eylo Rodríguez.​
En 1113, el conde Pedro Ansúrez volvió a contraer matrimonio, esta vez con Elvira Sánchez,​ de quien no hubo descendencia.



¿Quién fue el Conde Ansúrez?

Si eres vallisoletano, Pedro Ansúrez te sonará por aquella estatua que lleva en la Plaza Mayor toda la vida. Si no, lo más probable es que no hayas oído ese nombre nunca.

Diego Robledo, Valladolid, 20/03/2018.
Si eres vallisoletano, Pedro Ansúrez te sonará por aquella estatua que lleva en la Plaza Mayor toda la vida. Si no, lo más probable es que no hayas oído ese nombre nunca. Pero lo cierto es que fue un hombre con una trascendencia en la historia de este país mucho mayor de lo que puede parecer.
Desde muy joven fue criado para la vida aristocrática, la vida sencilla y tranquila que vivían los miembros del linaje de los Banu Gómez. Vio de cerca crecer al futuro rey Alfonso VI de León ya que a su padre se le asignó la educación del heredero. Asumió el mando de la casa de los Banu en 1057. El Rey (del cual fue uno de sus hombres más cercanos) le encargó el mandato de gobernar, junto a su hermano, varias zonas entre las que se incluían Carrión y San Román de Entrepeñas. Alfonso VI fue uno de los grandes reyes de la historia española, bajo sus órdenes y con Rodrigo Díaz de Vivar a la cabeza la Armada conquistó Toledo.
Pero, ¿por qué nos acordamos de él 899 años después de su muerte? El Conde Ansúrez fue el impulsor de la repoblación de la Villa de Valladolid. En otras palabras, el fundador de la ciudad del Pisuerga. Cuando él llegó, allá por el final del Siglo XI, Valladolid entraba dentro de una zona de encerramiento durante la Reconquista y  por esa razón gran parte del centro de la meseta estaba casi despoblado. Don Pedro Ansúrez junto a otros fue el encargado de repoblarlo. Tras su gran labor, el Rey le otorgó el Señorío de Valladolid, ciudad que siguió extendiéndose hacia el oeste, en la que se construyeron iglesias y fue adquiriendo una importancia religiosa a nivel nacional gracias a la concesión de un barrio al primer Abad. Bajo su mando se construyó un palacio, el primer hospital de la ciudad, o el famoso Puente Mayor sobre el río ante la incipiente formación de un nuevo barrio al otro lado del Pisuerga. Falleció un 9 de septiembre de 1119 y fue enterrado en la catedral de Valladolid.
Foto de la Plaza Mayor de Valladolid durante una lluviosa tarde de abril, con la estatua del Conde Ansúrez

Durante todo 2018 y 2019 Valladolid rendirá homenaje a su fundador con grandes exposiciones, galas y festividades. Comenzará con un ciclo de conferencias durante el mes de marzo y dos exposiciones, una en el Museo de Valladolid y otra en el Archivo Municipal. Todo ello junto con actividades educativas, visitas guiadas y talleres. Durante el  mes de noviembre habrá un ciclo de conciertos dedicado a la música en los tiempos del Conde Ansúrez, así como otro ciclo de conferencias y un congreso científico sobre la figura del Conde. Además, a lo largo de todo el año, tendrá lugar la restauración de la sepultura de Pedro Ansúrez en la catedral de la ciudad.





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